viernes, 6 de marzo de 2020

MI RELOJ






            Me inquieta

el tic-tac de mi reloj

marcando minutos

a la espera.

El Sol asoma, ruboroso,

después de la noche sanjuanera



            Todo es calma

y la mar retozando

juguetona

con la arena,

deja al aire su tesoro

de piedras blancas

y conchas nacarenas.



            Espejo fiel

del cielo, por mil luces

y saetas de pólvora estrellado

baña mi pies

y las palmeras

abanican el aire

con ritmo suave y delicado.



            A lo lejos,

algunas barcas

surcando la mar

briosas, marineras,

rompen el lienzo azul

con la blanca espuma

de su estela.

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