lunes, 30 de marzo de 2020

MATEO






            Eras como un grano de pimienta;

tal vez como un guisante

mas, pude saber al instante

con emoción contenida,

que ya no podría olvidarte

mientras durara mi vida.



            Estarás junto a tu madre

en tu pequeño retiro

y, cuando vengas, yo aspiro

a tenerte entre mis brazos,

a sentir en mí tus latidos,

a vigilar tus suspiros

mientras te acarician mis manos.



            Podré contarte mil cuentos.

Haremos cosas sencillas

y retozarás en la playa

junto a un castillo de arena.

Mientras, la mar serena

cercada por mil sombrillas

nos bañará con las aguas

que lamen, tranquilas, su orilla.



            Haremos, juntos, cometas

que llevarán a los cielos

quizá tus sueños y anhelos

dibujando allí, entre las nubes,

donde viven las estrellas

el camino que nos lleva

tras ese amor que nos llena

desde  el día en que naciste.

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