domingo, 29 de julio de 2018

EL VOTO


Nuestro voto pedís, con ahínco,
entre sonrisas y palabras zalameras,
mas ya sabemos lo que nos espera;
siempre tres cuartos de lo mismo.

Prometéis el moro y el oro
pero, ¿dónde está en el presupuesto?
Si no nos quitáis lo que es nuestro,
¿acaso habéis hallado un tesoro?

¿Justicia independiente?
¿De quién? yo me pregunto,
porque ese es un asunto
de los que me corroe la mente.

¿Sueldo de subsistencia?
Lo acepto para incapacitados,
pero no para villanos
de baraja y de taberna.

¿Ley de Educación?
Ya me diréis de qué sirve
si toda vuestra preocupación
no es que la verdad sea libre.

¿Hablamos de los inmigrantes?
Eso sí es valor seguro
si os proponéis cuanto antes
no abandonar a ninguno.

Pero no me prometáis la Luna,
de la que no sois los dueños,
ni bancos que no practican usura
ni aún con los más pequeños.

Nada me prometáis. Solo dadme
respeto para el ciudadano
aunque piense diferente.
Más, que ninguno se lamente
si  mi voto no ha logrado:
su programa es deplorable

sábado, 28 de julio de 2018

EL DOLOR DE LA VIDA


Amamos tanto la vida
que, cuando llega la muerte,
nuestra alma, dormida,
no quiere que la despierten.

Nos rebelamos, luchamos
y lo hacemos de tal suerte
que, a veces, nos engañamos
creyendo que somos fuertes.

La vida, cruel, injusta,
nos llena de mil razones
preparándonos sólo para vivir
y la muerte nos asusta
y desgarra nuestros corazones
al ver, a quien se ama, morir.

viernes, 27 de julio de 2018

CAMINO DE LA ERMITA


Voy camino de la ermita.
Jalonando el sendero
florecen en las cunetas
matas de tomillo y romero

A ratos, me detengo
y tomo fotografías;
así conservaré recuerdos
de este precioso día.

En el discurrir del camino
medito sobre mi vida.
De amor voy bien servido
y no por virtudes mías.

No me preocupa el dinero;
con poco es suficiente
y siempre tengo presente
que no debe ser lo primero.

¿Odios? Gracias, no quiero
y si alguien no me estima
prefiero que me lo diga
para intentar resolverlo.

¿Amigos? Siempre son buenos
y, aunque tengo unos cuantos
por los que me jugaría los cuartos,
a nadie le hago de menos.

¿Salud? Bueno, me voy apañando;
a veces me cambian piezas,
otras hay en que, reparando,
queda al aire la chatarra
que ya no admite recambio.