Eres como una
flor,
delicada, pequeña, hermosa.
Exhalas tal aroma de dulzura
que yo-abeja-miel libo en tu
boca
y-mariposa-en tus cumbres me poso
con ternura.
Vuelo en tus
adentros;
soy libélula que salta,
vuela, roza con sus alas
tu belleza, ya madura,
y en tu rostro-pétalos de rosa-
descanso de mis vuelos me procuras.
Amo tu rostro
y en abrazo leve y tierno,
en ésas horas que-a veces-
son tan duras
te cubro de abrazos
porque quiero
ser refugio del amor
que es mi fortuna.
Vuelo contra el
viento;
soy salmón que remonta
de tu cuerpo la corriente
y en las cataratas de tu amor
hoy me sumerjo,
nadando hasta llegar
donde me lleves.
Eres lluvia suave,
eres efluvio de primavera,
eres dulce como fruto
delicado y dulce de palmera
y eres, entre mis brazos eres
la frágil porcelana
que cuido con amor
porque se quiebra.
Tu amor es como el
ficus,
de profundas raíces y recio tronco,
de ramas que me abrazan
sin quimeras
y, en apretado abrazo,
me predican
eterno amor y vida eterna.
