viernes, 27 de marzo de 2020

AMIGA DE POZO AMARGO








            Oigo ladrar a los perros;

alborotan en la lejanía

queriendo romper el silencio

y quebrar mi vida tranquila.



            Alzan las palomas el vuelo

cuando las campanas

repican llamando a oficios.

Miro al sol en su agonía

corriendo a ocultarse

en los abismos.



            El viento sopla, arrecia

abatiendo, quebrando ramas,

levantando polvo del camino.

Siguen la llamada de la esquila

las ovejas, buscando su cobijo.



            La luna, que asoma serena

coronando el campanario

de la ermita,

vigila los verdes campos,

los pinares verdes, la tierra baldía.



            Camino rápido.

Pienso en el amparo de tus brazos

y en tu abrigo;

en tu puerta, siempre abierta,

para quien busca paz

y es buen amigo.

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