Siento
la fuerza
que hacia ti me impulsa,
y no borro de mi mente tu figura,
prendida con fijeza.
Siento
tu adiós,
y siento tu amor, tu ternura,
empujados al abismo de la tierra
por esa muerte prematura.
Y
es tu adiós,
y es tu muerte mi sustento,
pues si llagado está mi corazón,
dentro estás tú. Muy dentro.
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