El mar
tensa las estachas
y yo, en ti pienso.
¡Ay! Si la mar pudiera
¡Ay! Sentir lo que siento,
podría estar la mar picada
y nuestro velero quieto.
Fresca,
surcaría la brisa
nuestros rostros juntos, quietos.
Una aurora que no acaba
nos mantendría despiertos.
Juntos,
juntos los rostros,
muy quietos,
yo recitaría poesías
que escucharías en silencio.
Al fondo,
solo gaviotas
sobre el limpio azul del cielo.
Cerca, tan solo el mar
y nuestro barco velero.
(Mayo 1979)
No solo te felicito sino que voy a dejarme sobre la mesa una copia de la poesía. Te dije que amaba el mar y se me olvido enviarte muchas felicidades en el vuelo de una gaviota.
ResponderEliminarSerá porque el mar es vida, por su azul o porque nos deja adentrarnos en su inmensidad, pero el mar es algo sublime
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