Mientras
se despereza el Sol
observo el relente que se retira.
Se van secando los tejados
y el mar, esplendoroso, brilla.
La
neblina por escapar pugna,
enredada en las agujas de los pinos
y algunas nubes, holgazanas,
se niegan a seguir su ritmo.
Lejos, está
ardiendo una fogata
preludio, quizá, de gitano desayuno.
Nubla y oculta las paredes blancas
tras la tenue barrera de su humo.
Complacido,
observo desde mi otero,
mudo testigo de sueños y quimeras.
bajo el tibio Sol que inicia su jornada.
Y, durante unos instantes, no existe nada;
nada que me distraiga y me requiera.
A solas, yo y mis
pensamientos.1993-2018
¿Te molestaria que yo te dijera que no estabas a solas sino que vivias con tu alma?.
ResponderEliminarUn saludo.
Nada de lo que tú digas me puede molestar, porque siempre me enseñas algo nuevo.
EliminarAunque, en este caso, sería difícil o imposible que estando con mis pensamientos no rondara mi alma por allí