lunes, 26 de marzo de 2018

CEMENTERIO




         Me causan horror tus sepulcros
blanqueados por mil huesos descarnados.
Me horrorizan las sombras que adivino
tras los rostros de esos ángeles tarados.

         A mi paso, me aterra la mirada
de miles de cuencas sin sus ojos
y de dientes, sin sus bocas, rechinando.

         Y huelo las flores marchitas
y ese aliento que exhalan, suspirando.
Veo sus huesos,
oigo sus voces.
Muertos, ¿por qué me estáis llamando?

(1993)

2 comentarios:

  1. Estupendo. Recordando a mi Madre entrar en el cementerio, es hacerlo en un mundo sagrado.

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