He sufrido
durante años
el dolor de mi presencia.
Nunca encontré la ciencia
que me librara del daño.
el dolor de mi presencia.
Nunca encontré la ciencia
que me librara del daño.
Más tarde,
con la amistad,
con el amor puro y sincero
recobré mi voluntad
y fui hombre por entero.
con el amor puro y sincero
recobré mi voluntad
y fui hombre por entero.
De mí el odio alejé.
La envidia fue desterrada
y el dolor fue placentero
cuando dejé de ser el primero,
pues otros más me importaban
que yo y mi propio ser
La envidia fue desterrada
y el dolor fue placentero
cuando dejé de ser el primero,
pues otros más me importaban
que yo y mi propio ser
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