Todo
desaparece en un instante.
La vida, los
sueños...
las
ilusiones y anhelos,
que eran tan importantes.
que eran tan importantes.
A veces, el
tibio sol
ni siquiera nos calienta,
ni la vida nos alienta
bajo el freno del dolor.
ni siquiera nos calienta,
ni la vida nos alienta
bajo el freno del dolor.
Somos torpes
marionetas
en manos del fatal destino
que maneja nuestros hilos
y no hay señales de alerta
que nos ofrezcan opción
de emprender otro camino
en manos del fatal destino
que maneja nuestros hilos
y no hay señales de alerta
que nos ofrezcan opción
de emprender otro camino
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