jueves, 30 de enero de 2020

EL CAMINO






         Caminaba. Caminaba

junto a la orilla del río.

Las zarzas se me enredaban,

los rayos del Sol, tan tibios,

acariciaban mi espalda

haciendo más grato el camino.



         Cerca, muy cerca de la orilla,

en la corriente mecidos,

los gansos sus alas batían

y picoteaban el limo.



         La brisa despeinaba los chopos;

sus hojas, haciendo equilibrios

planeaban hacia el suelo

buscando un lugar tranquilo.



         Yo, miraba hacia el cielo

queriendo encontrarme a mí mismo,

la paz que cuesta tan poco,

la serenidad, el dominio

que, a veces, tanto me falta

y tanto se enfrenta conmigo.

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