lunes, 27 de enero de 2020

MATEO






         ¡Mirad, mirad a mi niño!.

Cuidad que no se despierte.

¡Es tan bello, dormido!

Cuando sus ojos se abren

lucen con tanto brillo

que las estrellas se esconden.



         Me mira y me mira. ¡Abuelo!,

suena su voz al instante

y yo, en sus ojos me miro.

¡Con eso tengo bastante!

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