viernes, 3 de enero de 2020

EL ALBA






         A veces, con el alba despierto

y busco, entre las sombras,

tus labios, tu aliento.



         Unas veces suspiras;

otras, es tan grande el silencio

que tan solo escucho

mi corazón latiendo.



         Entonces, mi sueño se evade

y, despierto, yo sueño.

Siempre sucede

que no soy dueño

de mis pensamientos.



         Evoco el amor;

ese mar en calma

que llena hasta el fondo

cada rincón del alma.

Y, en cada rincón,

oculto, pero no escondido,

recobro el tesoro

que nunca he perdido.

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