El amanecer, en la playa,
es cada día un encuentro
en el que el Sol se desplaza
surgiendo de mar adentro
para ofrecer a la mirada
mágicos y bellos momentos.
Tras el horizonte lejano surge,
va cabalgando en las olas
y la suave arena cubre
de brillos, colores y sombras.
En el cielo, algunas nubes
mudan y cambian sus formas.
Las palmeras que se inclinan
bajo el empuje del viento,
abanican con sus palmas
como aplaudiendo el evento,
dando ocasión a mi pluma
para describir el momento.
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