La copa de vino alivió mis penas,
mas no fue algo duradero.
El amor que me profesas
sí es algo que me llena por entero.
Nunca olvido el día en que se cumple
la feliz circunstancia de los años
en que te juré que, para siempre,
estaría yo contigo y tú a mi lado.
Quizá me falle la memoria.
Quizá ya no sea quien fui antaño.
Nada podrá borrar la dulce historia
del amor que nos une tantos años.
y de ése amor, que estoy seguro me profesas
brotará más amor, como fuente que no cesa.
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