Mirando al mar
descubrí
el amor que te tenía
y, con el rumor de las olas,
recibí de tus labios mi primer beso.
Nuestros pies,
descalzos,
grabaron sus huellas en la orilla
barrida una y otra vez
por el vaivén de las aguas
que descubrían para nosotros
pequeños tesoros de algas
y conchas marinas.
Mientras, el cielo,
fundiéndose con el horizonte
en el azul del mar.
era el tapiz donde
nuestras miradas se unían
cuando caminábamos
estrechamente abrazados,
unidos nuestros rostros.
¡Cuántos años
han pasado desde entonces!
mas, aún siento
el roce de tus labios,
el aroma de tus cabellos,
la brisa del mar
salpicando mi rostro
mientras decías:” te quiero”
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