viernes, 5 de julio de 2019

SILLAS, ANDAS, CARROS...






Sillas, andas, carros

que atienden con premura

viejos miembros , privados

por los años, de soltura.



                Soledad y silencio.

Necesidad de ternura

que se entrega con amor

para ser luz de la noche,

siempre oscura.



                Llega un nuevo amanecer;

parece que las sombras que perduran

tan sólo sombras son

en espera de un nuevo sol

que ceda luz

y las haga más seguras.



                Unas voces, que alivian

del silencio la tortura,

hieren pronto en amenaza

que las torna en siniestra

amenaza de locura.



                Nada es nuevo.

Nada alivia el dolor de la soledad,

de la tristeza de las almas

que se escudan

en voces calladas

que, en silencio

mayor silencio y soledad

hoy les procuran

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