Soy prisionero de
la noche,
de la noche de San Juan,
con esas palmeras y fuegos
que reflejan mis anhelos
sobre las aguas del mar.
Cada hoguera es
cruel verdugo
porque me obliga a mirar
cómo la devora el fuego
entre petardos y truenos,
en la Noche de San Juan
Las estilizadas
figuras
de mis caballos-luceros-
se envuelven en nubes de humo
volando en pos de ese cielo
que hoy se quiere ocultar
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