viernes, 26 de julio de 2019

¡MALDITOS DUEÑOS!


     



                Arrastrada por los suelos,

cautiva de nadie y de nada,

a mi suela te pegaste

y allí quedaste atrapada.



                Quise apartarte con brío.

Mis pies, hasta coces te daban.

tú, como lapa en la roca,

ni por esas te soltabas.



                Al fin encontré tu fosa,

en una charca, en la arena

y restregando con fuerza

te solté, a mi manera.



                Luego, en llegando a mi casa

desterrado fui al pasillo

hasta lavar mi zapato

y dar a su suela brillo.



                Aquí se acabó tu historia

¡vil excremento!¡bastardo!

tratado como si fueras un paria

por cualquier pie bien criado.



                Ahora, ve y dile a tu amo,

el que tanto mima a tu perro,

que te tome con su mano,

que sea su amor tan tierno

que te atesore en su casa

y, por mí, ¡que se vaya al infierno!

No hay comentarios:

Publicar un comentario