Abanican
tus pestañas
grandes ojos profundos,
en un nacarado rostro
de sin par belleza.
mujer alicantina
Tu
delgado talle de palmera,
tu gracioso porte
y el garbo de tu paso
abren calle en la noche
-larga noche de San Juan-
Mil
palmeras de fuego
llenan de brillo
el firmamento,
oscureciendo luces y estrellas
entre mil estelas doradas;
el sagrado fuego de la hoguera
brilla en las lágrimas
que, resbalando tus mejillas,
dan el agridulce sabor
a la fiesta que termina
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