Espero
morir el primero
para no tener que llorarte;
para oír de tus labios “te quiero”
cuando empiece mi destierro
para ir a la otra parte.
Espero
tu último beso,
por ser la amante que has sido,
por ser mi novia temprana,
por los años compartidos
siendo fiel y buena esposa
aun siendo yo tu marido.
Espero
que te espere el Cielo
reservándote un buen sitio,
que a pulso te lo has ganado
por tantos momentos sufridos;
a veces sola y llorando
y yo, en un rincón, escondido.
Espero
que no desesperes
aunque yo me haya ido.
Espero que Dios también quiera
que, de nuevo, te encuentres conmigo.
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