Si grandes son tus
pesares,
los de mi alma rota
te confío
y, si un río
de tus ojos aun no brota,
lo hará cuando menos te lo esperes.
Si surge de tu
dolor una congoja
que te angustia, te hiere y te maltrata,
mira al mundo
durante un segundo
y verás en sus carnes ,siempre rotas,
grandes males que a los tuyos se asemejan.
Si el rencor
cierra tu corazón,
si al de tu lado lo sientes
enemigo
mira su alma
y ten calma
si en breve tiempo no es tu amigo
tal vez te asista la razón.
Mas la razón no es
siempre
una buena compañía
y, si no hay maldad,
de la verdad
nadie sensato desconfía
aunque la duda en él se siembre.
Siembra, pues,
amor;
olvida la maldad y los rencores.
Mira al cielo
y mira al suelo
que nos regala las flores
que llenan la vida de color.
Si en día de
lluvia
te sientes embargado de tristeza
aleja el duelo
verás luego
que muy pronto crece la maleza
donde antes agostaba la sequía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario