La
Luna se estaba asomando
por un rincón de los cielos;
supe que me estaba mirando
cuando sentí el primer beso.
La
Luna se estaba asomando
cuando sentí que tus besos
rozaban, ardientes, mis labios
entre el amor y el deseo.
Yo, te respondía con ansia
sintiendo vibrar mi cuerpo.
La
Luna se ocultó, discreta.
En silencio nos amamos.
Aquél día empezaste tú,
aunque ambos lo acabamos.
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