martes, 28 de agosto de 2018

VIVIR SIN AIRE




¿Dónde estás? Te busco hasta en los rincones
para darte esos abrazos que te debo
y corren el riesgo de oxidarse.

Recorro la casa. Su largo pasillo…
sus habitaciones vacías…
pero, aún, impregnadas de tu aroma.

Me encuentro solo si no siento tu presencia;
el aire se vicia de soledad y me ahogo.
¿Dónde estás?

No sé puede vivir sin aire y tú eres el mío.
Por eso necesito saber dónde estás,
porque no quiero aprender a vivir sin aire.



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