Tu
risa me hace libre
y
la libertad me emociona;
con
la emoción he aprendido
que
es un tiempo perdido
aquél
en que el amor se cuestiona.
Por
eso te amo libremente;
porque
solo el amor nos une,
sin
cerrojos ni ataduras.
Con
esos lazos que perduran
incluso
después de la muerte.
¿Será
por eso que me siento vivo?
Sólo
sé que, al calor de tu mirada,
encuentro
pronto el camino.
Ése
que me marca como destino
la meta en que tú te hallas.
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