Se nubla en mis ojos la mirada
y me acuno en los brazos de Morfeo.
Desaparece el mundo. Ya no hay nada
y en la nada de mis sueños me recreo.
Camino ocultándome entre nubes
-algodones son, que lleva el viento-
Un hálito me llega, de perfume,
que aspiro con fruición mientras lo siento.
Eres tú, que irrumpes en mi sueño.
Eres tú, mi dulce enamorada,
musa del amor en que yo creo.
Y sé, cuando en mis sueños te veo
que eres esa joya preciada
de la que soy amo y dueño.
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