sábado, 27 de abril de 2019

PIPAS






                Tristes, los girasoles

miran el suelo;

no pueden ver el sol

que es su consuelo.



                La niebla está baja,

las nubes juntas

sepultan al girasol

en la penumbra.



                Ya sale el sol

tras la montaña;

sonríe el girasol,

vuelve su cara

y, encarando el sol,

hincha su fruto,

paladar de dioses

que yo disfruto.


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