De
la brisa
de la mar yo me alimento;
con sabor de algas y sal
yo me sustento.
Paseo,
de la mar,
sus muelles y orillas,
sus cálidas aguas
que, bajo el cielo, brillan.
Mientras,
mi mente,
unas
veces dormida, otras despierta
aspira de la mar la brisa
que la alimenta.
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