lunes, 3 de diciembre de 2018

AMANECÍA





            El Sol asomaba su rostro;
las nubes, cuando podían,
acechaban sus pasos
en aquél cálido Agosto.

            La arena, en la playa desierta,
a caballo de la brisa
desperezaba su siesta.
            Y yo, cuando salía,
caminaba a lo lejos
sin rumbo ni guía.

            Saludaba al Sol.
El me respondía,
con sus cálidos rayos,
en la playa vacía.







(Extraído de "Poemas para un cumpleaños especial")

No hay comentarios:

Publicar un comentario